Hijo Mío, huye del mundo … Todo lo que te da placer en la existencia terrenal, resulta en un declive espiritual porque afloja el vínculo Conmigo. Y quiero que madures en una tarea que te he asignado desde el principio, y esta tarea exige la más completa separación del mundo. Tu voluntad, tu amor, debe volverse exclusivamente hacia Mí. El hombre debe resistir cualquier tentación y no debe ponerse voluntariamente en peligro, más bien debe renunciar a todo, no debe exigir nada que pueda producir un cierto debilitamiento del espíritu. Por eso debo advertirte, hijo Mío, y tratar de hacerte consciente de la responsabilidad que tienes con la humanidad, y considerar cuán pocos combatientes dispuestos caminan sobre la tierra que solo tratan de cumplir la voluntad divina …

(interrupción)

Amén